Saturday, November 19, 2005



Roxanne Jean Polise - Off Path On Time (X Died Enroute Y Records, xdey65, 2005)

El proyecto de Steev Thompson, Roxanne Jean Polise, es conocido por sus trabajos ambientales, sutiles invocaciones de imágenes subterráneas y acuáticas. Sin embargo, en este nuevo 3"cdr llamado 'Off Path on Time', Thompson ofrece una creación seriamente distinta. La pieza única que conforma este disco se prolonga hacia los veinte minutos y se centra en un rítmico loop, que pasa de correoso engranaje falto de aceite a pieza central del tema. Las variaciones que se presentan en torno a éste son, asimismo, bastante atípicas del trabajo de Roxanne Jean Polise. Casi toda la atmósfera va enfocándose en los sonidos agudos y chirriantes abandonando de tajo sus carácteristicas exploraciones abismales.
'Off Path in Time' es en general tiempo bien ocupado, sin descanso ni remordimiento y con mucha energía electrizando las atmósferas. Desafortunadamente fue tirado en una sola edición de 23 copias y vendido exclusivamente en el sitio de la disquera de Thompson, X Died Enroute Y Records, disquera a la que, por cierto, vale la pena echarle un ojo de vez en cuando.
Davenport - The Hands of Worm Heaven (Time-Lag Records, s/n, 2005)

Nemo había mencionado que ésta sería la última entrega del combo de improvisación de Clay Ruby, Davenport, aunque tras la última y reciente oleada de publicaciones por parte de 23 Productions, no sé si estoy dispuesto a creerle. A decir verdad, este más reciente trabajo de Ruby sigue siendo igualmente reticente con respecto a entregarse fácilmente; la música de Davenport sigue siendo grabada con las mismas limitantes y es inevitable notar que todo cobra forma durante las sesiones, durante el 'jam'. Sin embargo, es también inevitable notar que la calidad de los jams es muy superior a la de la mayoría de sus contemporáneos, conuna variedad de músicos aportando un amplio espectro sonoro y una punzante sensaciónde imprevisibilidad.
'The Spells We Know' es una pieza francamente mágica, con contagiosos himnos corriendo al tiempo de la efusiva percusión y los drones acústicos y electrónicos para rendirse en un final glorioso. 'Frozen Country Dub' es como una suerte de jam electroacústica entre The Dirty Three y Hair Police, con tiempos espaciados e intervenciones alucinantes en las percusiones y en una electrónica muy de fondo. Por su lado, 'Cough It Up' y 'Call To Worm Heaven' parecen hacer referencia a antiguas ofertas de la banda en una tónica mucho más ambiental y mucha menor participación instrumental. Bueno, al menos parcialmente...
Davenport, tras haber editado ya un gran número de discos, se han conservado íntegramente fieles a sus principios, ofreciendo música desde una trinchera anónima y minoritaria. La banda ciertamente no tiene necesidad de retirarse ya que no tienen absolutamente ningún compromiso que cumplir. Precisamente por ello, su música, como la de muy pocos es tan libre y se siente tan honesta. Y qué mejor ejemplo que éste. 'The Hands of Worm Heaven' hace tanta referencia a las estrategias de choque de Swans y al misticismo de Current 93 como a los sonidos pastorales de Blithe Sons sin dejar perder jamás su propia identidad. Editado en cdr por Time-Lag, 'The Hands of Worm Heaven' viene acompañado por siete láminas y un empaque de cuatro caras con ilustraciones de Dylan Nyoukis impreso en papel de lujo. Para variar está limitado a tan sólo 223 copias.


v/a - Naturalism (Tape Nature Limb, s/n, 2005)

Aún no puedo dejar de asombrarme ante el hecho de que este cdr sea tan poco conocido, sobre todo tomando en cuenta que presenta ampliamente el trabajo de uno de los combos más en boga en la escena underground de hoy en día, The Skaters -y toda su prole. 'Naturalism' es una recopilación que Nature Tape Limb pone a la venta en -obviamente- un tiraje mínimo y que presenta a solistas como Anthony Milton y Neil Campbell trabajando al lado de la mayoría de los proyectos solistas y colaboraciones de James Ferraro y Spencer Clark, como The Wooden Cupboard y The Candle Magicians. En su afán por ser ejemplarmente herméticos, los encargados de poner en marcha este proyecto han decidido no incluir siquiera un track listing que establezca quién toca qué -ya ni decir del nombre de las piezas-, mencionando, si acaso, el orden en que las bandas van presentándose a lo largo de la grabación.
A decir verdad, el sonido de todo este álbum es tan monolítico que de hecho resultaría imposible distinguir a primeras oídas a cada una delas bandas. Casi todas emplean con maestría los trucos del underground contemporáneo, aunque en su mayoría, evitando los drones y priviliegiando la percusión minimal o la rítmica de los instrumentos acústicos. La variedad sonora se concentra aquí en grabaciones en lo-fi y en improvisaciones regidas por la combinación de electrónica manipulada y el uso de instrumentos acústicos, como acordeones, órganos y guitarras. En sí, el álbum se siente sumamente orgánico; la presencia de los mismos elementos -tanto de alineación como instrumentales- hace que cada pieza se sienta como una suerte de recreación de su subsecuente -a veces en sentido de deformación, a veces en franca progresión. 'Purpal Haze' se muestra como una torcida ensoñación salida de un cuento de hadas y parece incluso revertir el tosco ritmo impuesto por 'Hot Smoke' en su diminuta, pero persistente, colaboración. Y aún así, en ambas piezas -de hecho en todas- el enigma, la extrañeza, persisten. 'Naturalism' es muestra de como se hace la música hoy en día, como un proceso de introspección que no admite las complacencias de la música convencional; la disonancia lacerante, la intervención punzante, el corte descuidado, son todos elementos sustanciales del radical enclave de nuestros tiempos. Así, volviendo a la pieza de 'Purpal Haze', cabría preguntarse cómo una melodía tan prístina y colorida como la que se empleara aquí pudiera llegar a transformarse en una serie de visiones tan turbias y violentadas. Esta suerte de fascinación por lo macabro de la ruptura, por lo aterrador de la forma, es sorprendente; el impulso artístico como pulsión deformante.
'Naturalism' nos muestra a una generación de artistas que se notan sumamente inocentes en cuanto a sus propias nociones de producción e interpretación, pero que escuchan a la música con oídos experimentados. Su entendimiento de la música no es sencillo. Su acercamiento a la musa es dado por las rutas más difíciles, las de la ruptura. De las ingenuas muestras folk de The Wooden Cupboard a la estática abierta de Anthony Milton, pasando por el anti-todo que es el sonido de The Skaters, hay una conexión clara, la luz de la novedad entrando a los ojos sorprendidos de un anciano.


Steven R. Smith - Crown of Marches (Catsup Plate Records, #CPR722, 2005)

Steven R. Smith, en sus numerosas contribuciones a las discografías de Thuja y Hala Strana, se ha consagrado como un multiinstrumentista cuyo trabajo tiene cualidades evocativas únicas. Para su más reciente cd, 'Crown of Marches', Smith tomó su guitarra, y, a la usanza de aquel solitario Neil Young de la banda sonora de 'Dead Man', creó pulsante música nocturna y pasional inmersa en la más fascinante oscuridad.

(fotografía tomada del sitio oficial de Steven R. Smith)

A pesar de que en 'Crown of Marches' se emplee a las guitarras como intrumento principal, Smith no puede dejar de echar mano de algunos de sus muchos recursos intrumentales, empleando desde pianos eléctricos y órganos, hasta timpanis y platillos arqueados. La pieza única que compone este trabajo, es una suerte de oscuro lienzo, cuyas tonalidades son plasmadas por la insistente reverberación y el cauce de las marejadas de feedback de las guitarras eléctricas. Lo demás en 'Crwon of Marches' es casi todo matiz y brillos logrados por las ocasionales y esporádicas incursiones de los muchos otros instrumentos que Smith tuvo a bien de usar.
De cualidades hipnóticas y taciturnas, el álbum está repleto de ensoñaciones y misterio sin perder su elemento violento y sorpresivo. Las notas que fluctúan entre las pesadas oleadas de herrumbre acústica son a veces dulces y precisas y, sin aviso, se tornan veloces y punitivas, llenas de tensión y distorsión. Música para degustar y para dejarse llevar a ojos cerrados, 'Crown of Marches' muestra una faceta de Smith desafortunadamente no muy recurrente, la del músico en control y dominio del marco sonoro al completo, cuyo esfuerzo aquí, a diferencia de lo que ocurre en muchos otros de sus trabajos, no admite ni colaboradores ni acción sin intención. 'Crown of Marches' viene presentado por Catsup Plate en formato de cd con un perfecto diseño en digipack y es, sin dudas, algo de lo más notable de este agonizante año.

Thursday, November 10, 2005

Wooden Wand - Harem of the Sundrum & the Witness Figg (Time-Lag Records, Time-Lag 028-029, 2005/Soft Abuse , SAB012, 2005)

El joven 'Harem of the Sumdrum & the Witness Figg', ha pasado prácticamente por todos los formatos por los que pudo haber pasado; de una edición inicial en cassette a los presentes lp y cd. El enigma del por qué lo resolví al poco tiempo de recibir el disco. Tras escucharlo por primera vez, me fue evidente el por qué esta escueta, discreta música ha ido superando instancia tras instancia, convenciendo a cada vez más y más gente no sólo de su patente calidad, sino también de la necesidad de que sean más los que puedan escucharla. Se trata de un pequeño catálogo de canciones que a veces adorna las presentaciones de Wooden Wand & the Vanishing Voice, y que ha ido creciendo con una cohesión perfecta. La tónica para cada una de los temas que forman este cancionero parece estar tan bien encajada al grado de volverse prácticamente la misma: Letras con ecos de temas religiosos, míticos, ambientes folkies, melodiosos y llenos de ensueños, melodías apenas rasuradas por una distante guitarra eléctrica -acompañando el constante rasgueo de la acústica-, y la fantástica voz de Wooden Wand -James Toth-, a veces recordando a Marc Bolan, otras a Shane MacGowan. Siempre grandiosa.
A la manera de Devendra Banhart, Wooden Wand tiene la capacidad de evocar los momentos más brillantemente iluminados de su herencia folk americana. 'Leave Your Perch' es una de esas canciones que suenan como si hubiesen sido grabadas hace treinta años por un oscuro artista folk que la tierra se tragó. La atmósfera en las más de las piezas recuerda a la del 'Songs from a Room' de Leonard Cohen, con su reberveración natural, distante y profunda, y la manera en que el espacio se adecua a los preciosos y precisos rasgeos de las cálidas guitarras acústicas. Y pesar de que se siente la magia del mencionado disco del canadiense, la pesadumbre y lo taciturno aquí sobran. 'Vengeance, pt.2', uno de los temas claves del disco, ilustra con voz bohemia, la verdad eterna: '...and God said 'Vengeance is mine'' y lo terrible de estos argumentos se resbala delicioso a través de las ágiles rimas de Toth. 'Sundrum Ladies' es de esas canciones arquetípicas como 'Teachers', 'Fly' o 'It Ain't Me, Babe' que parecen arrancadas de algún momento en el tiempo que no podemos trazar. Es de esa música eterna, perfecta que vale una década completa.
Las versiones a encontrarse ahora mismo son dos: El lp de Time-Lag, limitado a setecientas sesenta copias y acompañado de un 7", exclusivo, de Wooden Wand Jehova, o la exacta réplica editada por Soft Abuse en cd.
'Harem of the Sundrum & the Witness of the Fig' es un disco cubierto por un halo de perfecta inocencia, un trabajo noble hecho por un artista totalmente desinteresado en términos impositivos de 'seriedad' o 'producción', absortamente concentrado en la cuidadosa confección de sus graciosas, bellas canciones. Cada una de las cuales suena tan fresca como grabada al primer corte y con la voz de James Toth brotando como una cascada de color, sin cuidados, sin preocupación y con el desgarbo que caracteriza a los grandes, a Barrett, a Dylan.
Así es que me he convertido en un eslabón más de la cadena que insiste a gritos: ¡'Harem of the Sundrum & the Witness Fig' es un disco totalmente n e c e s a r i o y sin desperdicio!

Crane / Toth Duo - Live (Polyamory, Polyamory 050, 2005)
Uno pensaría que limitar el instrumental de una banda a dos piezas resultaría en una cerrazón inevitable. En este set de siete improvisaciones a cargo del dúo de Bones Crane y James Toth se demuestra lo contrario. La pareja genera música que va del espacio libre y abierto al rugir de la locomotora con sólo una batería y una trompeta. La trompeta de Crane silba lo mismo que ruge sobre el persistente martilleo de Toth. La batería de Toth en ningún momento llega a sonar delgada, y ni que decir mesurada; cada golpe dado, cada ataque sobre la tarola es dado con severidad y provoca esa tétrica sensación de inminente fragilidad. Un esquema que parece por instantes aletargado, tranquilo, como el de la sexta pieza, es abruptamente roto, violentado por el torrente del pulsante dueto y vuelto a una fácilmente corruptible tensión, que amenaza con explotar en cualquier instante.
La música en este cdr no tiene ni un sólo dejo de formalismo; ni un sólo tema, ni un sólo fraseo refiere a una melodía. La tercera pieza, por ejemplo, es un ataque impetuoso que por momentos parece querer convertir los quebrantos de la trompeta en himno, ante lo cual Crane debe someter su instrumento a violentos, agudos espasmos y, tras el parcial silencio ofrecido por la batería de Toth, forjar, de la unión de ambos, un inmenso monstruo sonoro. Ésta es bella, intensa música para quienes estén hartos de las restricciones impuestas por los formatos del pop. Editado en formato de cdr como punto final de la agonizante Polyamory, Crane/Toth es un grandioso documento de uno de los lados menos explorados de los colaboradores de Wooden Wand & the Vanishing Voice.